Lágrimas y sonrisas - La Causa Laboral

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LÁGRIMAS Y SONRISAS

La audiencia transcurría normalmente, pero “algo” llamó la atención del audiencista Ante ello preguntó a la testigo donde se encontraba y si podía hacer un paneo del lugar. La testigo en cuestión sorprendida por la pregunta y luego de dudar un segundo, señaló que era el día de los enamorados, y por tanto se encontraba en un hotel con su pareja, procediendo luego a mostrar el lugar que sin dudas daba cuenta del lugar y la situación relatada. Pasado el momento entre risas y toses, el audiencista propuso a los letrados que no constara en el acta tal detalle, lo que fue aceptado por los mismos. No hay como cumplir en cualquier circunstancia con la carga procesal y ante el evidente temor a ser trasladada a declarar por la fuerza pública….

Es de resaltar la Resolución 2204/21 de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires que decidió hacer saber a todos los miembros del Poder Judicial que deben evitar el uso de expresiones como Vuestra Señoría, Vuestra Excelencia, Su Señoría, Dios Guarde a Vuestra Excelencia, etc., a fin de actualizar el uso de ciertas formulas compatibles con los principios republicanos. Así también prevé la creación de nuevos modelos de, documentos, formularios y actos en línea con lo establecido. Todo ello con el evidente objetivo de que también el ciudadano común pueda entender el contenido de las resoluciones. Este criterio señalado en el tema anterior y que debería ser práctica habitual del Poder Judicial a fin de que todas las personas tengo conocimiento real de lo que se dispone en cada caso, parece que no es comprendido por algunos funcionarios. Es así que nos encontramos con resoluciones donde se señala que “ el peticionario del remedio de aclaración argüida en la causa, carece de legitimación per se para efectuarla, en razón de su ausencia de ius postuilandi  para ello….” (el subrayado es del autor), indicando en la misma resolución más adelante que “…el primigenio auto dictado el….expresis verbis…”-  Podría transcribir toda la resolución y quedo a su disposición para hacerlo, pero les aseguro que no cambia el sentido de este comentario. Por favor, tenemos un idioma lo suficientemente rico y comprensible para no tener que estudiar latín para entender una resolución de mero trámite.

Se ha vuelto a poner en escena el tema de la constitución de la clase media y la confusión que se genera sobre sus alcances económicos e ideológicos. Es como si supuestamente arribar a la clase media nos da un status social respetable. Y en función de ello y los valores que el sistema político y social introduce en las personas, recuerdo la anécdota de aquella actora que ganó un juicio medianamente importante y que comenta entre risas, y consciente de su realidad social, que su hija adolescente ante este “cambio económico” le dice orgullosa” “Mamá ya no somos más pobres, ahora somos clase media…”.

Había una acalorada discusión en la Sala de audiencias. El trabajador pretendía cien mil pesos más para llegar a un acuerdo y la empresa demandada decía que era imposible pues estaba al borde de la quiebra... No hay acuerdo. Se presenta un testigo y preguntado sobre su lugar de trabajo señala  que empezó a trabajar en una de las dos nuevas plantas que la empresa abrió este año….Ayyy con los testigos que dicen la verdad!!!

Pero también esta Sección tiene buenas noticias que más allá del contenido de las resoluciones, por lo menos otorgan una celeridad que en realidad es escasa en el fuero. Todo esto informado por los letrados que intervienen en las causas, a saber: 1) Juzgado 77 notifica la sentencia dos días después de vencer el plazo para alegar; 2) Juzgados 45 y 66 notifican la sentencia el día en que vence el alegato; 3) El Juzgado 42 también es reconocido por su celeridad.- Esto hace que uno se pregunte qué pasa con otros Juzgados en sentido contrario. Y esto más allá de los problemas estructurales y de falta de Juzgados que permanentemente denunciamos.
Y debemos decirlo. Hemos recibidos fuertes críticas respecto de las demoras en los Juzgados 3, 10, 31, 35, 63, 69,70, 74 y 79, habiendo corroborado la veracidad de estas denuncias y que será parte de los temas a tratar con la Cámara de Apelaciones en una reunión a realizarse en estos días por parte de nuestra Asociación.
En este marco uno no deja de sorprenderse, cuando luego de reclamar por el avance de la causa, se le conteste que se considerará “en el momento procesal oportuno”. Y uno se pregunta, cuándo será para algunos Juzgados el momento procesal oportuno.

Maravilloso!!!! Los empresarios der Chajarí pidieron una reunión con el Colegio de Abogados de la localidad, en virtud de que los juicios laborales “son cada vez más frecuentes” Los autores del pedido de reunión son comerciantes, citricultores, propietarios de aserrade4ros y de la construcción. Parece que en lugar de cumplir con las obligaciones para con sus trabajadores, es más práctico bloquear los juicios por esos justos reclamos. Dudamos de publicar esta información, pues nos imaginamos que puede tener veloces imitadores y lamentablemente posibles receptores.  

No podemos finalizar esta Sección sin recordar en esta fecha al 1ro de mayo, día de lucha y homenje a las trabajadoras y trabajadores. Y para ello tomamos un fragmento de un artículo publicado en la Revista “La Defensa, órgano de la Federación Argentina de Colegios de Abogados de Diciembre de 2016 que reproduce parte de las palabras finales de una de las víctimas de ese asesinato cuyo objetivo fue amedrentar a toda la clase obrera.
“Recogemos como ejemplo estas palabras de George Engel, de oficio impresor, ante el tribunal que lo condenó a muerte:“Es la primera vez que comparezco ante un tribunal norteamericano,  en él se me acusa de asesino. ¿ Y por qué razón estoy aquí ? ¿ Por qué razón se me acusa de asesino ? Por al misma que me hizo abandonar Alemania : por la pobreza, por la miseria de la clase trabajadora.
“Aquí también, en esta “República libre”, en el país más rico de la tierra, hay muchos obreros que no tienen lugar en el banquete de la vida y que como parias sociales arrastran una vida miserable. Aquí he visto a seres humanos buscando con qué alimentarse en los montones de basura de las calles.
[...] “Cuando en 1878 vine desde Filadelfia a este ciudad creí que iba a hallar más fácilmente medios de vida aquí, en Chicago, que en aquella ciudad, donde me resultaba imposible vivir por más tiempo. Por mi desilusión fue completa. Entonces comprendía que para el obrero no hay diferencia entre Nueva York, Filadelfia y Chicago, así como no lo hay entre Alemania y esta tan ponderada república. Un compañero de taller me hizo comprender, científicamente, la causa de que en este país rico no pueda vivir decentemente el proletariado. Compré libros para ilustrarme más y yo, que había sido político de buena fe, abominé de la política y de las elecciones y comprendí que todos los partidos estaban degradados y que los mismos socialistas demócratas caían en la corrupción más completa. Entonces comprendía que para el obrero no hay diferencia entre Nueva York, Filadelfia y Chicago, así como no la hay entre Alemania y ésta tan ponderada república. Un compañero de taller me hizo comprender, científicamente, la causa de que en este país rico no pueda vivir decentemente el proletario. Compré libros para ilustrarme más y yo, que había sido político de buena fe, abominé de la política y de las elecciones y comprendí que todos los partidos estaban degradados y que los mismo socialistas demócratas caían en la corrupción más completa.
“Entonces entré en la Asociación Internacional de los Trabajadores. Los miembros de esta Asociación estamos convencidos de que sólo por la fuerza podrán emanciparse los trabajadores, de acuerdo con lo que la historia enseña. En ella podemos aprender que la fuerza libertó a los primeros colonizadores de este país, que sólo por la fuerza fue abolida la esclavitud y que, así como fue ahorcado el primero que este país agitó a la opinión contra la esclavitud vamos a ser ahorcados nosotros [...]
“¿ En qué consiste mi crimen ?
“En que ha trabajado por el establecimiento de un sistema social donde sea imposible que mientras unos amontonen millones [...] otros caen en la degradación y la miseria. Así como el agua y el aire son libres para todos, así la tierra y las invenciones de los hombres de ciencia deben ser utilizadas en beneficio de todos. Vuestras leyes están en oposición con las de  la naturaleza y mediante ellas robáis a las masas el derecho a la vida, a la libertad y al bienestar [...]
“La noche en que fue arrojada la primera bomba en este país, yo estaba en mi casa y no sabía una palabra de la “conspiración” que pretende haber descubierto el ministerio público. Es cierto que los conozco por haberlos visto en las reuniones de trabajadores. No niego tampoco que hablado en varios mitines ni niego haber pronto sería derribado el sistema capitalista imperante.
Esa es mi opinión y mi deseo [pero] no combato individualmente. Mi más ardiente deseo es que los trabajadores sepan quiénes son sus enemigos y quiénes sus amigos.”.-

¡AHH, LA ABOGACÍA LABORALISTA!
(En homenaje a Piolín de Macramé) *
Acerca del abogado, nuestro homenajeado habría dicho que es una persona que siempre tiene un problema para cada solución. Cuando trabaja como juez, en cambio, es quien tiene como función la de proveer  las soluciones, pero no siempre  llega a conocer los problemas que da por resueltos.
Pero como se trata de una actividad que también requiere del título de abogacía, el nudo gordiano puede darse en la Corte Suprema, cuyos componentes pueden ser un gigantesco problema para una sociedad que no atina ni acierta a suministrarle soluciones.   Eso acontece porque en los otros poderes del estado sobran quienes operan como si el  mero aceptar las soluciones que proporciona la Constitución Nacional resultara su principal y  verdadero problema: eso no se dice, de eso no se habla, pero por sobre todo eso no se toca, porque si no  adviene la temible democracia hasta en el aparato judicial.
Retornando ‘da capo al fine’. En el problemático campo profesional de la abogacía hay diferencias por especializaciones funcionales. Los abogados y abogadas laboralistas, como ejemplo de ellas,  están compelidos a conocer los problemas y a pelear con armas melladas en busca de soluciones. Y se pueden dividir  en dos subespecialidades: los y las  que suelen saber bastante de derecho de las relaciones individuales de trabajo pero poco y a veces nada del derecho de los conflictos colectivos y sindicales. Y, por supuesto, están sus opuestos, que solo manejan las herramientas del derecho de los conflictos colectivos. En la enseñanza universitaria predominan los primeros, salvo honrosas excepciones confirmatorias de la regla. Lo que puede en muchos casos  derivar en que sus alumnas y alumnos pueden obtener un título habilitante  sin saber qué significa la voz ‘convenio colectivo’ o ‘sindicato’; o, en el otro extremo, teniendo que hacer un posgrado para redactar un telegrama obrero. Por supuesto  que peor les irá, como ya lo está marcando alguna experiencia, si optan por rellenar sus dudas con el chatGPS y su honda sabiduría artificial y enlatada..
La abogacía laboralista se diferencia nítidamente de la empresarial en que el sujeto de su tutela profesional es el trabajador y no quienes lucran con el consumo de su fuerza de trabajo. Vienen a ser como los médicos, que tienen que amparar al enfermo y no proteger a la enfermedad;  de lo que suelen ocuparse ciertos laboratorios.  Solo que algunas cátedras e instituciones del derecho del trabajo están comandadas por abogados y abogadas empresariales. Eso puede crear algunas confusiones, que se resuelven calificando a los defensores de derechos de las y los  trabajadores como ‘industriales del juicio’, y excluyendo de  tal epíteto a los otros, dignos combatientes contra semejante industria. Aunque su éxito como juslaboralistas  consista en la extinción del derecho del trabajo, en una especie de quintacolumnismo que es ‘rara avis’ en otras profesiones.
Claro que un problema aún mayor se origina cuando esos mismos  abogados de especialización empresarial son elegidos para ejercer su cometido como jueces y juezas de trabajo. Pero eso también es de difícil solución, porque la vocación y la ideología para hacer cumplir aquello de que el trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de la ley no aparecen en las evaluaciones de antecedentes  en los concursos;  y menos aún predomina en quienes, siendo también abogados,  tienen a su cargo la tarea de proponer la designación  de  jueces y juezas en los consejos de la magistratura, o en la propuesta del poder ejecutivo y en la decisión aprobatoria parlamentaria.
* Piolín de Macramé fue el seudónimo que utilizaba para hacer humor Florencio Escardó, un médico sanitarista y un humanista enciclopédico; el que transformó para siempre la práctica pediátrica en el Hospital de Niños, desde esa Sala 17 en la que los enfermitos se curaban más rápido junto a sus madres,  y que generaba sus greguerías denominadas ‘¡ohhh’¡ y ‘¡ahhh!’ en la primera plana del diario vespertino ‘La Razón’ y con otros títulos en diveros medios, recogidas parcialmente en un libro, precisamente titulado OH.
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